domingo, 27 de diciembre de 2015

2016 y la energía de El Ermitaño...


Este año el Tarot nos invita a vivir nuestro aprendizaje iluminados por la energía del Arcano 9 ‘El Ermitaño’.
Un año para rescatar desde dentro de cada uno la Sabiduría, desarrollar la virtud de la paciencia y vivir a plena voluntad.

En esencia somos todos sabios. Llevamos en el alma la sabiduría adquirida durante tantas encarnaciones vividas. Pero la mente –Ego– nos mantiene engañados haciéndonos creer que la única sabiduría posible es la que puede entregarte ella almacenando conocimientos que muchas veces no sirven de nada. Estamos repletos de datos que ingresamos solo para fortalecer nuestro ego porque te sientes muy bacano demostrándole a tus amigos que conoces las medidas exactas de la carretera austral, la ecuación de la composición del Sol o quien ganó el primer mundial de futbol…

El arcano 9 del Tarot es ‘El Ermitaño’ un anciano que toma la opción de vivir retirado del mundo aburrido quizás de la vida mundana que rinde honores al ego y por ello olvida su alma.

Este anciano se ha divorciado de su ego a tal punto que no le importa pero ni un ápice lo que opinen de él y muchos le llaman loco, otros le atribuyen actos terribles porque vive alejado del mundanal ruido, sin radio ni televisión, rodeado de algunos libros –quizás los ermitaños de hoy tengan un computador para escribir, leer o investigar los temas que le apasionen– y como compañeros tiene a algunos perros, conejos, los pájaros a los que alimenta al amanecer y come frutos secos, legumbres y verduras porque rechaza el acto de violencia que le significa matar a un animal para alimentarse.

No goza de mucha popularidad ya que siempre dice lo que piensa y siente, cosa muy mal vista aún en esta época… Se ha quitado la mayor parte de las máscaras que construyó como ego y solo recurre a ellas en caso de necesidad. No es muy parlanchín. Cuando acude al almacén donde compra sus víveres habla lo justo y se retira sabiendo que a sus espaladas es la comidilla de todos los lugareños.

El Ermitaño es un Mago reinventado. Un día despertó, salió a conocer el mundo y aprendió tanto de la vida, de las personas, del alma humana que decidió crear su propio mundo y así abandonó el sistema para vivir de manera que complace a su alma y disgusta al ego.
No es una persona huraña, aunque tampoco es un romántico que va sonriendo y cortando flores para su amor platónico. El Ermitaño tiene los pies muy puestos sobre la Tierra y su cabeza en lo divino…
Este hombre vive sus días muy conscientemente en su vida ha decidido ser el jinete y no el caballo.
La lámina que lo representa lo muestra llevando una lámpara  que es la luz de su conciencia iluminando el camino suyo y el de los demás... El es un guía.

Bueno ¿Y? Vamos al punto

¿Qué significa vivir un año bajo la influencia de El Ermitaño?

Vivir un año con la carga energética del Arcano Nº 9 de El Tarot es un tiempo de pausa y reflexión. Es retirarse un poco de la vida (no necesitas irte a una montaña o lejos de la cuidad) en tu vida cotidiana puedes sentirte motivado a hacer un retiro de lo mundano y no salir de copas o ir al estadio tan seguido… Es una necesidad del alma de encontrarse contigo por lo que no tendrás que hacer esfuerzos para hacer ese retiro sino que tú mismo crearás esa pausa para silenciarte… y escuchar-te

Puede que decidas estudiar para aprender eso que hace tiempo te está gustando y quieras convertirte en Coaching, terapeuta, sanador, tarotista o astrólogo… El Ermitaño siempre necesita integrar conocimientos ancestrales que le ayuden a aflorar la Sabiduría que esconde dentro de si.

Ser un Ermitaño requiere de mucha valentía. Se precisa una buena dosis de valor para abandonar un sistema tan cerrado y celoso comenzando a buscarse la vida, sin un trabajo que lo empuje a levantarse cada mañana, sin un jefe que lo tenga bajo presión… sin una esposa que le gobierne sus días… Sin que nada en el afuera lo impulse a moverse… Por eso este es el año para rescatar nuestro coraje que yace durmiendo desde hace mucho para empezar a vivir valientemente.

Tenemos 365 días para cuidar la salud alimentándonos conscientemente ya que este viejo sabio come para nutrirse, otro poco para disfrutar, pero nunca para castigarse o destruirse.
Sería ideal pasar muchas horas al aire libre. Caminar en presencia, sin llevar puestos los audífonos, ni watsapeando… solo caminando en presencia aquí y ahora…

Un Año repleto de aprendizajes y quizás nos toque guiar a otros…

Les deseo a todos ustedes, mis ilustres lectores un 2016 maravilloso, lleno de alegrías, crecimiento, amor y mucha consciencia…

Abrazos afectuosos para cada uno…

En Amor y Conciencia.

Me® 

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