sábado, 29 de octubre de 2011

Abandono…



El abandono es una realidad en nuestras vidas y a todos nos toca vivirlo de una u otra forma.

Cuando decimos niño abandonado rápidamente nuestra mente imagina a algún bebé dejado en las puertas de una iglesia o convento, cuando la realidad nos muestra que el abandono es algo mucho más cercano y ocurre con los animales, con los pequeños, adultos e incluso con personas de edad avanzada y en sus propios hogares…

Muchos padres, amos (de perritos), parejas o hijos ignoran a las personas con las que viven. Algo que parece increíble, pero es real y lo veo a diario. Llegan a la consulta tristes, deprimidas porque se sienten víctimas del abandono de sus padres, parejas y hasta hijos. He conocido personas que aparentemente son la happy family y apenas entran en sus casas cada cual se encierra en su habitación, no comparten ni en las horas de comidas porque están absortos viendo la televisión mientras ingieren alimentos y ninguno sabe nada del otro. Eso es abandono.

Pero hay un abandono más común aún que es el propio abandono; Cuando no somos capaces de vernos, de atendernos, de rescatarnos… Cuando nos resignamos a la soledad y a la carencia de afecto porque creemos que tiene que venir otro a buscarnos, a valorarnos, a rescatarnos… y eso si que es descuidarse.

Abandonarse es el principal síntoma de la falta de amor hacia uno mismo. Y ese es un tema archirrepetido en este blog… tal vez porque lo conozco a fondo ya que en algún tiempo yo misma me abandoné por algún tiempo… pero de ese abandono renací fortalecida porque aprendí el amor propio, la autovaloración, el cuidarse, consentirse… y todo eso proviene de la aceptación de uno mismo.

A diario somos bombardeados por la Tv, redes sociales, revistas, afiches publicitarios por imágenes de cómo debemos ser, como debemos vestirnos, cuanto debemos pesar, como tener la dentadura perfecta, las cosas que debemos hacer… y de pronto descubres que todo eso que debieras ser para los medios, o lo que otros esperan de ti no te gusta y no quieres convertirte en eso porque prefieres invertir tu tiempo en otras cosas… y empiezas a quedar de lado porque te conviertes en la “freak” del grupo porque no quieres pintar tus uñas… o porque no te gusta poner color camarón en tu piel para lucir bronceada… o te niegas a ir al gimnasio porque con todo lo que caminas (porque tampoco tienes auto) te parece suficiente ejercicio…

Si eres del grupo de las freak no está nada malo en ti… más bien está malo que los demás crean que todos estamos obligados a ser de una determinada forma… como muñequitos creados en serie.

Todos hemos visto esas películas jolibudenses que entregan el mensaje de que quien es diferente sufrirá el bullyng… y como son pocos los valientes capaces de soportar el maltrato de otros, muchos fingen encasillar en los moldes sociales…. Eso también es abandonarse.

El mayor abandono que puedes hacer de ti es no permitirte ser tú mismo… es traicionar tu propia esencia para entrar en el molde que ha hecho la sociedad para ti y para todos…

Amarse no es solo cuidar de tu pie, tu cabello y de contraer enfermedades… Amarse es respetar tu propia esencia y tener el valor de ser fiel a ella. Por eso si viniste a ser Rosa no finjas ser Jazmín… recuerda que tarde o temprano tu aroma te delatará…

Así que si te has abandonado, estás a tiempo de animarte, de darle sentido a tu vida, de amarte, acariciarte y autocuidarte. No esperes que venga otro desde afuera para que “te salve” y todo cambie… Eres tú quien se salva, se levanta y reconoce la maravilla de estar aquí… Eres un SER hermoso que vino a este mundo a iluminar con su luz… no la sigas escondiendo…

Me® 

 Si reenvías este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.

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